La mirada del anciano.

El enfermero llevaba sólo toda la mañana, su médico estaba en un microcurso a 250km, la mañana no había sido complicada y no había incidencias dignas de mención, sólo rutina. Faltaba una hora para que llegara el relevo y estaba ordenando el papeleo y registrando la actividad del día.

El timbre del teléfono sonó (vaya tela pensó el enfermero, en cuanto me siento al ordenador pasa algo).

Al observar que la llamada procedía de “seguridad”, el estado de alerta del enfermero se disparó, pues la experiencia le decía que este tipo de llamadas siempre eran por un problema serio (el enfermero trabaja en un centro donde la afluencia de público es alta, y siempre puede ocurrir cualquier cosa).

• Servicio Médico, dígame.
• Enfermero, ¡ven rápido al restaurante de la tercera planta, tenemos a una señora mayor sin conocimiento!.
• De acuerdo, salgo ya.
• ¡Date prisa enfermero, que esto pinta mal!.
  

El enfermero cogió el maletín de emergencias y se dirigió tan rápido como pudo hacia el restaurante. Por el camino iba pensando las distintas posibilidades que se podía encontrar y como actuar en cada una de ellas, esto siempre le tranquilizaba, además en ese restaurante uno de los camareros era del Equipo de Primeros Auxilios y muy competente.

La señora estaba sentada y echada hacia atrás, respiraba, enfermero le tomó el pulso (muy débil e irregular) y en ese momento, su corazón se paró.

• Pepe (el camarero), ayúdame a tumbarla en el suelo que empezamos RCP.
• No jodas enfermero, si estaba respirando.
• Estaba.
• Luís (maitre) llama al 061 y ponme el auricular en la oreja.

Mientras iniciaban la RCP y daba explicaciones a la operadora del 061, enfermero se cambió con Pepe que estaba capacitado para realizar el masaje cardíaco, de esta forma pudo canalizarle una vía para cuando llegara el 7º de caballería (061).

En estos momentos, el tiempo se ralentiza, los segundos se convierten en minutos y los minutos en horas, pasaron 5 “horas” y claramente pudo escuchar la sirena. Seguridad estaba esperando al 7º y en un tiempo record los condujeron al lugar.

Enfermero le explicó al médico y al colega lo que había ocurrido hasta ese momento y se retiró prudentemente para dejar trabajar a los expertos. Mientras, no pudo dejar de observar la mirada perdida del marido de la paciente que estuvo presente en todo momento. Ya antes habían hablado (nombre, edad, patologías previas, alergias…) pero en este momento se dirigió a él de otra manera:

· Caballero, su señora está en buenas manos, ¿puedo hacer algo por usted?.
· Salvarla.
· En eso estamos, se va a hacer todo lo posible.
· Estábamos celebrando nuestro aniversario.
· …

Después de administrar la medicación oportuna y de dos descargas del desfibrilador, la señora recuperó ritmo sinusal y respiración autónoma, por lo que el médico del 061 decidió su traslado a un centro hospitalario. Enfermero se despidió de los compañeros y les dio las gracias por su velocidad. En ese momento el médico le dijo:

• Enhorabuena, le has regalado dos días de ¿vida?, hospitalizada y en coma (la señora falleció tres días después sin recuperar la consciencia).
  

Mientras se relajaba, enfermero pensaba en las palabras del médico. Había actuado según protocolo, de forma casi automática, pero: ¿HABÍA HECHO LO CORRECTO?

A veces todavía se lo pregunta.

http://www.youtube.com/watch?v=HFyGjpOhjHg&feature=related