Con 11 años empecé a jugar al baloncesto y todavía no lo he dejado aunque cada vez lo hago peor, si hoy en día es un deporte minoritario comparado con el fútbol, en 1980 ni os cuento.
Mis ídolos no eran Santillana, Camacho, Juanito… (sin embargo conozco sus nombres), mis ídolos eran Corbalán, Epi, De la Cruz, Rullán, Tarakanov, Petrovic… y por supuesto Fernando Martín.
Me jodía enormemente que la selección española quedara 2ª en un eurobasket y se hablara más de la de fútbol que había caído en octavos, que se ganaran copas de Europa un año si y otro también pero lo importante fuera que el Milan o el Bayer de Munich habían eliminado al Madrid.
El palmarés de la selección de baloncesto siempre ha sido superior al de la de fútbol, por ejemplo: en 2006 mientras una era eliminada en cuartos del mundial, la otra ganaba el suyo. Es verdad que los últimos éxitos gracias a una generación de jugadores realmente espectacular han aumentado el seguimiento del baloncesto por parte de aficionados que antes no lo eran.
Total, que sintiéndonos como el hermano pobre y agraviado, los aficionados a otros deportes muchas veces hemos hecho gala de “antifutbolismo”, incluso llevando a gala no haber visto jamás un partido.
Entonces… ¿qué hago el miércoles con una camiseta de España, viendo el partido mientras plancho?, ¿porqué me interesa lo que haga un pulpo alemán?, ¿porqué acompaño a mi Princesa a gritar oe oe oe, con una bandera por las calles de Al sur del Sur?. Dios mío: ¿me gusta er jurgo?. NO, no me gusta el fútbol, me aburren los partidos (90 minutos para ver un gol…), cuando acabe el mundial seguiré sin ver las retransmisiones.
¿Qué me pasa?, pues creo que me he contagiado de la ilusión de millones de personas que a través de este deporte olvidan sus tristezas por unas horas, que se sienten integrantes de un grupo, todos compañeros (no se cuantos holandeses viven en España), y ese sentimiento es muy poderoso, hasta dos asesinos de mierda de ETA se pusieron la camiseta de la roja para fotografiarse (perdón por el vocabulario), tan poderoso como para conseguir que a mis 41 años prepare este domingo unas cervezas y unas tapitas y quiera ver el partido con mi Santa, mis bichos y mi cuñado.
Eso si, para mi “la roja campeona del mundo” seguirá siendo esta:
Mis ídolos no eran Santillana, Camacho, Juanito… (sin embargo conozco sus nombres), mis ídolos eran Corbalán, Epi, De la Cruz, Rullán, Tarakanov, Petrovic… y por supuesto Fernando Martín.
Me jodía enormemente que la selección española quedara 2ª en un eurobasket y se hablara más de la de fútbol que había caído en octavos, que se ganaran copas de Europa un año si y otro también pero lo importante fuera que el Milan o el Bayer de Munich habían eliminado al Madrid.
El palmarés de la selección de baloncesto siempre ha sido superior al de la de fútbol, por ejemplo: en 2006 mientras una era eliminada en cuartos del mundial, la otra ganaba el suyo. Es verdad que los últimos éxitos gracias a una generación de jugadores realmente espectacular han aumentado el seguimiento del baloncesto por parte de aficionados que antes no lo eran.
Total, que sintiéndonos como el hermano pobre y agraviado, los aficionados a otros deportes muchas veces hemos hecho gala de “antifutbolismo”, incluso llevando a gala no haber visto jamás un partido.
Entonces… ¿qué hago el miércoles con una camiseta de España, viendo el partido mientras plancho?, ¿porqué me interesa lo que haga un pulpo alemán?, ¿porqué acompaño a mi Princesa a gritar oe oe oe, con una bandera por las calles de Al sur del Sur?. Dios mío: ¿me gusta er jurgo?. NO, no me gusta el fútbol, me aburren los partidos (90 minutos para ver un gol…), cuando acabe el mundial seguiré sin ver las retransmisiones.
¿Qué me pasa?, pues creo que me he contagiado de la ilusión de millones de personas que a través de este deporte olvidan sus tristezas por unas horas, que se sienten integrantes de un grupo, todos compañeros (no se cuantos holandeses viven en España), y ese sentimiento es muy poderoso, hasta dos asesinos de mierda de ETA se pusieron la camiseta de la roja para fotografiarse (perdón por el vocabulario), tan poderoso como para conseguir que a mis 41 años prepare este domingo unas cervezas y unas tapitas y quiera ver el partido con mi Santa, mis bichos y mi cuñado.
Eso si, para mi “la roja campeona del mundo” seguirá siendo esta:
Y hoy toca este video
Di que sí, a cada uno le gusta lo que le gusta...!!!
ResponderEliminarsi a todos nos gustara la mismo...??
que aburrido sería todo...
estoy contigo....!!
yo jugaba al baloncesto, porque era muy malo al fúrgol...jeje
(no era muy malo, pero siempre había mejores)
además mi profesor tutor, era el que llevaba el equipo, hicieron dos el A y el B.
El A era muy bueno, el B donde estaba yo eramos más malicos...jeje
pero lo pasabamos bien...que coño...!!!
Yo tambien me he contagiado Rafa!
ResponderEliminarSiempre he odiado el fútbol (por diversas circunstancias). En mi casa no se ve normalmente, pero en este mundial (al igual que en el anterior) no nos hemos perdido un partido de la selección. Estoy disfrutando como una niña y desde luego el domingo montaremos una en casa ( fíjate, en el partido anterior mi santo mi enana y yo nos pintamos la cara con témperas roja y amarilla, que no teníamos otra cosa...) Joder, quien me lo iba a decir... :)
ResponderEliminarLa roja campeones mundiales!!! OEOEOEOEEEEEE!!!
absolutamente de acuerdo. No me gusta el fútbol, ni el negocioo en el que se ha convertido, ni sus personajes convertidos en diosecillos .... pero sigo a la selección española de cualquier deporte gracias a la gran afición al deporte de mi marido. Y me encanta esa fiebre españolista que contagia a todos. Ojalá dure ;)
ResponderEliminarPues eso mismo me pasa a mí, jamás me ha gustado el fútbol, de hecho siempre lo he odiado profundamente, aunque más odio la tauromaquia, y ahora me sorprendo dando palmadas, diciendo "uy" "ay" "no hombreeee" "dale yaaaaaa" y cosas del estilo, sin saber muy bien por qué, sintiendo que me estoy fallando a mí misma ¡¡qué me ocurre!!
ResponderEliminarPues si, y no deja de sorprenderme, me pongo nervioso, insulto al arbitro, DIOS, ¿qué me ha pasado?, pues lo dicho, que la ilusión de los que nos rodean se contagia y no pasa nada al fin y al cabo es cada 4 años. una barazo a todos, Garfio, Juana, Camino, Pilar, Velvetina... ya sabeis que aquí teneis vuestra casa.
ResponderEliminarY hoy A GANAAAAAAAAAR
A POR ELLOS OÉ
ResponderEliminarA POR ELLOS OÉ