Una noche sin urgencias, una terraza en calma, un bebé durmiendo, niños pequeños jugando en el salón, "niños grandes" jugando a adultos por las calles de la adolescencia compartida.
Un cielo de estrellas como nunca se había visto, silencio sólo roto por risas y palabras suaves, semioscuridad compartida.
Conversación de temas diversos, de teatro a física cuántica y alguien no visible escuchando, y más risas y más silencio, intimidad.
Bebida y comida para acompañar con moderación, a lo lejos música en directo a lo cerca música de amistad.
Seis amigos, una noche de verano, un pueblo... el Paraiso.
el tiempo...
ResponderEliminares lo que queramos que sea...
pronto...
tarde...
ahora mismo...
dichoso el que tiene amigos como vosotros...
mil besos...
os queremos
Ese tiempo eterno en el que se eterniza la propia eternidad de amar...
ResponderEliminarEl resto: sólo invierno, insomnio, soledad y matemáticas descuadradas...
(Nos siguen mirando y, aunque intentamos mirar para otra parte, sus pupilas se quedan tiritando en todas la estrellas que buscamos y nos buscan)
Os queremos y ya estamos buscando esa terraza, esa oscuridad y las risas siempre... y los silencios a veces...y todo... y nada... y la vida...
Con esos comentarios nos quedamos sin palabras, sólo decir que os echamos de menos, a ver si pasa pronto el invierno. Besos Jose, Angélica y compañía.
ResponderEliminarZefe pronto estaremos allí, y nos relatarás esas historias que sólo tú sabes...
ResponderEliminarun saludo a los 4