miércoles, 11 de agosto de 2010

Espejos.

De nuevo, le he cedido a Mi Santa el espacio de hoy, para que acabeis de conocer a mi familia.



La primera vez que lo ví exclamé ¡¡¡QUE FEO ES!!!. Así comenzó nuestra historia. La de dos personas muy parecidas, con infancias y vivencias. Él se llama Jose Vicente y yo, Ángela. Él es mi hijo y yo, su madre. Hijo, una palabra hermosa y evocadora, con mil matices. A veces de color gruñón y otras de tonos alegres y muy vivos.





Dicen los entendidos que, cuando venimos al mundo traemos una misión que cumplir. La suya estaba muy clara y no era otra que su hermana, convertirse en su "Angel de la Guarda" pero eso no es lo que quiero contaros.





Es un joven de 14 años muy sensato y divertido. Tiene un sentido del humor desbordante y contagioso, agudo y veloz como un rayo, cariñoso y sensible, alto, delgado y fibroso. Una hermosura. Su "club de fans" lo certifica. No quiero que penséis que me ciega el AMOR pues tiene, mas que defectos, particularidades. Es capaz de pasar de la diversión a el más soberano cabreo. Es un adolescente muy especial. Singular, que como hoy mismo comentaba con mi amigo Juan Carlos, no es mala cosa. Estoy orgullosa de el hombre en el que sé, se convertirá. De nuevo la vida me sorprende con un "mirlo blanco", tan escaso y especial que poco a poco va alzando su vuelo en solitario. Mira a su alrededor para no perderse y para que no me pierda por esos cielos tan concurridos.



Te doy un beso y otro más, hijo mío, antes de que sean otros brazos los que te rodeen y otras mujeres las que te besen.



Olvidaba algo. Como suele ocurrir con las especies, es una versión de sus padres con todas los extras y mejoras imaginables. Misterios de la genética.



8 comentarios:

  1. Qué preciosidad de entrada le has dedicado a tu hijo. Menudos padres tiene ese chaval y menudo chaval tenéis vosotros. Enhorabuena!!

    ResponderEliminar
  2. "Mira a su alrededor para no perderse y para que no me pierda por esos cielos tan concurridos."
    Esta me ha encantado.

    ResponderEliminar
  3. ¡Qué bien escrito y descrito!
    Y lo cierto es que es verdad... Yo sé que no es amor de madre, pero cada palabra rebosa el amor de una madre.

    ResponderEliminar
  4. Lo ratifico,
    lo rememoro
    y lo subrayo a golpes de añoranza...
    ¡¡Ay...cuánto se os echa de menos!!

    ResponderEliminar
  5. Angela, que suerte tendrás ese mirlo blanco toda tu vida y siempre te querrá muchísimo, como madre creo que debes de estar super orgullosa.
    Besotes

    ResponderEliminar
  6. "Tiene un sentido del humor desbordante y contagioso, agudo y veloz como un rayo"..en esto tiene a quién parecerse. ¡Enhorabuena Ángela!

    ResponderEliminar
  7. HOY HA FALTADO MUY POCO PARA QUE MATASE AL "MIRLO BLANCOOOOO"!!!...que nooo. Que dice que me va a quitar de trabajar (cuando sea famoso) ¡¡¡LA MADRE QUE LO PARIÓ!!!. ¿Quien sería?...jájájá

    ResponderEliminar
  8. La verdad es que es muy trasto, pero muy buen chico. Muchísimas gracias por vuestros comentarios. Son preciosos. Desde que tiene "novieta", se pasa el día dandome achuchones (como la chica está en Vitoria, no puede dárselos a ella,jejeje...me estoy aprovechando...JUÁJUÁJUÁ)(la risa con un tono MALÉFICO, de suegra sumarísima).

    ResponderEliminar