miércoles, 25 de agosto de 2010

ARRIBA, el rinconcito del Síndrome de Down (II)

Hasta hace poco se creía que las personas con S. Down tenían un retraso mental severo, quizá por la carencia de programas de estimulación precoz e intervención temprana y por el aislamiento al que se sometía a estos niños en muchos casos.

Hoy sabemos que la mayoría de las personas con S. Down padecen un retraso ligero o moderado, habiendo una minoría que se encuentra en el límite de la normalidad y otra que sí tiene problemas severos bien por aislamiento social o por enfermedad neurológica acompañante.

De forma general, los déficits de las personas con trisomía se manifiestan en los siguientes procesos:

- Lenguaje expresivo.
- Mecanismos de atención, iniciativa y alerta.
- Expresión de su temperamento, conducta y sociabilidad.
- Mecanismos de correlación, cálculo, análisis y pensamiento abstracto.

Estudios longitudinales demuestran que si persiste la labor educativa no tiene porqué producirse regresión al pasar a edades superiores, a pesar de que el coeficiente intelectual puede disminuir a partir de los 10 años, la edad mental sigue creciendo, solo que a un ritmo inferior a la edad cronológica.

Existe una serie de características que obligan a adaptar el proceso de aprendizaje de los niños con S. Down (aprendizaje lento, necesidad de enseñar cosas que los otros niños aprenden por sí mismos, necesidad de ir paso a paso), ajustando los métodos, materiales, promoviendo la motivación y mejorando las actitudes los niños son capaces de aprender mucho más de lo que se creía hasta ahora.

La actuación en los tres primeros años de vida es fundamental, gracias a la plasticidad del sistema nervioso y en concreto del cerebro, existe la posibilidad de influir en él logrando un buen desarrollo biológico que será la base estructural y el fundamento del desarrollo de esa persona.

Dicha actuación la deben desarrollar equipos de profesionales que orientarán a la familia sobre los cuidados, la salud, el juego, la evolución y el desarrollo de sus hijos.

ATENCIÓN TEMPRANA

Los programas de Atención Temprana son muy sistematizados y están estructurados por áreas y por niveles con el objetivo de que el niño con S. de Down adquiera progresivamente las etapas de su desarrollo de la forma más correcta posible y con la mínima diferencia respecto a los niños sin dificultades. Este planteamiento por sí solo es a veces incompleto, ya que hay que tener en cuenta las peculiaridades personales y familiares del niño.

El niño pequeño, debe ser un participante activo del programa, hoy en día, estos niños a los tres años se van a incorporar a Centros educativos normalizados, integrados en aulas con niños sin discapacidad y a los 6 ó 7 años estarán en Educación Primaria. Estas expectativas obligan a completar y mejorar los programas de forma que cuando llegue el momento puedan iniciar sus estudios de primaria en óptimas condiciones.

Si han recibido un correcto tratamiento de Atención Temprana durante los tres primeros años de vida, la experiencia indica que se integran sin dificultad en el proceso escolar.

Los programas deben comprender las áreas de autonomía personal, cuidado de si mismo, lenguaje y motricidad fina y gruesa, a la vez que estimular a los padres para conseguir crear un ambiente enriquecedor y afectivo adecuado a las necesidades de cada niño.



Para obtener información más amplia y establecer contacto, os dejo la relación de asociaciones y fundaciones de Down España.




Para más información sobre el desarrollo y estrategias de intervención, os recomiendo este magnífico trabajo.








1 comentario:

  1. Menos mal que la cosa ha cambiado mucho desde entonces....que poco a poco se avanza.

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