Primavera en Florencia

Septiembre de 2007, una pareja de recién casados está en Florencia (forse la città più bella del mondo) de viaje de novios y se plantea visitar la Galería Uffizi.

• Tenemos que estar muy temprano porque se forman unas colas terribles.
• Temprano, ¿como cuánto?.
• Pues como muy tarde a las 7:30 o 7:45.
• De acuerdo, mañana toca madrugar.
• Pues sí, pero merece la pena.
• Ya lo creo.

O sea, que al día siguiente se despertaron a las ocho y media pasadas, desayunaron rápido y salieron disparados hacia la Plaza de la Signoría, total, por intentarlo...

La cola era terrible de verdad, ya se iban a marchar cuando él vio una puerta pequeña por la que entraba gente de vez en cuando:

• Ven, vamos por aquí.
• ¿Seguro que se puede?
• No, pero vamos.

Entraron con decisión, pasaron el arco detector de metales sin problemas y se encontraron en el mostrador de venta de entradas (en la pequeña puerta, invisible desde el exterior había un cartel que rezaba: Acceso de Personal... y bueno, ya estaban dentro así que comenzaron el recorrido por un edificio cargado de historia y arte.

El edificio es magnífico y el contenido excepcional, en la planta primera, contemplaron la obra del Veronés, de Caravaggio y de Guido Reni entre otros, a continuación subieron la escalera y llegaron al segundo piso, justo donde comienza el Corredor Vasariano y la sala de arqueología donde se detuvieron un buen rato, continuaron con Giotto, el trecento sienés, el trecento florentino, gótico internacional, el primer renacimiento, Lippi, Pollaiolo... y las piernas pedían a gritos un descanso, fue cuando vieron esa sala con un gran banco en el centro y corrieron a ocupar un sitio adelantándose a un alemán del tamaño de un Panzer y su señora no mucho más pequeña y allí estaba ella.

Flora, no es el personaje principal del cuadro, pero sí el más bello según mi opinión, es la transformación  de la ninfa Cloris (justo a su derecha), transformación que fue un regalo de arrepentimiento del dios del viento Céfiro que había forzado a Cloris.

En el centro de la composición está Venus, la diosa del amor a la que Flora ofrenda rosas (su símbolo) y sobre su cabeza el pesado de Cupido tirando flechitas, más a la izquierda tenemos a las tres gracias bailando en corro y a Mercurio, el mensajero de los dioses, si queréis una mejor descripción del significado del cuadro pinchad aquí.

Alessandro di Mariano di Vanni Filipepi (Florencia 1445, Florencia 1510), conocido por Botticelli (cuando nació, su hermano Giovanni tenía 25 años y "lo adoptó", a este hermano lo apodaban Botticello, es decir barril, no se sabe si por su obesidad o por como bebía y de ahí le vino el mote a Sandro, "Barrilito"), empezó como aprendiz de orfebre para luego trasladarse a Prato al taller de Filippo Lippi, su gran influencia, también bebió de Masaccio. A su vuelta a Florencia, trabajó con Verrochio y un joven aún desconocido, Leonardo da Vinci.

A los treinta años ya tenía taller propio y renombre, sus obras más conocidas son: La adoración de los Reyes, El nacimiento de Venus o La Primavera, entre las casi noventa obras que pintó.

Protegido por los Medici, pertenece a la edad de oro del Renacimiento, el quattrocento. Nunca se casó ni se le conoció pareja, llegó a ser acusado de sodomía pero los cargos fueron desestimados.

Para conocer más de su vida y su obra, recomiendo un texto contemporáneo, "Las Vidas" de Giorgio Vasari.

Aquel día fue maravilloso, una borrachera del mejor arte... en la mejor de las compañías posibles.

Y aunque lo propio sería dejaros con música de Vivaldi, como esto es Al sur del Sur os dejo con los Delinqüentes.