Pido perdón por muchas cosas, pequeñas y grandes.
Por preocuparme por el mundo y lo que en el ocurre.
Pido perdón por intentar sentirme como el resto de la gente.
Pido perdón por pedir respeto para los que son como yo, diferente, ni mejores ni peores.
Pido perdón por la oportunidad que, un día, me dio una gran empresa dejándome demostrar lo válida que soy.
Pido perdón por querer y dejarme querer tal y como soy, llena de defectos y aún mas llena de virtudes.
Pido perdón por mi mala dicción y por que algunas personas no me "entiendan" ni me "comprendan".
Pido perdón por tener la familia que tengo, por llevar 25 años luchando por ser "una más" en una maraña de dificultades... perdón por tanto...perdón por respirar, por vivir y, al fin y al cabo, por ser una luchadora, conocedora de obstáculos y experta en como salvarlos.
A quien no pido perdón es a ese señor al que, el pasado sábado , parece que ofendí sobremanera.
Tropezamos su pareja y yo, de forma accidental, y dije: "Un poco de respeto, que soy igual que tu". No se si la señora se ofendió por sentirse comparada a mi, una joven con Síndrome de Down, o sería el a quién no le sentó muy bien. Puso una hoja de reclamaciones en mi trabajo que dice:
"Encontrándome con mi pareja una trabajadora del establecimiento anteriormente citado se refirió a mi pareja insultando y reclamando respeto por un supuesto empujón. Entiendo que la chica es discapacitada pero no creo que sean formas ni maneras de tratar a unas personas que dejan dinero en un establecimiento por lo tanto pretendo llevar esto incluso al juzgado hasta que como mínimo le pida perdón a mi pareja".
No, no solo no le pediré perdón...mi madre dice que no me preocupe, que hay unos señores (se llaman abogados y jueces)... Quizás le puedan explicar que es ofender, que es insultar y sobre todo, pueda comprender por fin donde acaban sus derechos y donde empiezan los míos.
Edith Piaf: No me arrepiento de nada
Texto escrito por Ángela, situación real.
ResponderEliminarAngela, mucha fuerza y me alegro de que no baje la cabeza, de que la lleve bien alta y de que luche. Un abrazo gigante para la campeona (para sus padres también pero más para ella).
ResponderEliminar¡¡Flipando!! Ánimo Ángela!!!!! Es que no hay nada por lo que pedir perdón!!
ResponderEliminarSé que mi opinión no vale lo mismo que la de un abogado, pero desde aquí, tienes toooodo mi apoyo!!
Un abrazo enorme!!
Y no, no eres igual que ellos, eres mucho más coherente y respetuosa!
Mi Princesa...tengo un nudo en el pecho que sube y baja por mi garganta. No es rencor, no es indignación...es tristeza, una inmensa tristeza por tanta gente que no sabe...no saben nada de la vida y mi buena suerte. Tengo la gran fortuna de formar parte de su vida.
ResponderEliminarTe quiero hija mía, mi Princesa, mi vida, mi amor.
Mucho animo. No te preocupes. Ya esta bien de clientes que confunden Dar un buen servicio con servilismo. No temas, me consta que realizas tu trabajo con muchas ganas, pasión, agradecimiento y mucha energía positiva. Tienes el apoyo de todos las personas que atendemos al publico y alguna vez nos hemos sentido como tu.
ResponderEliminarLas palabras sobran, ahora toca, como siempre amar.
ResponderEliminarAquellos que desconocen el amor, no comprenden, no viven, no respetan.
Te queremos, eres nuestra princesa y tú, nuestra reina.
una persona cuando se tropieza con otra suele pedir perdon , no se como paso por que yo no estaba alli , pero desde luego si se tropezo y la trato como un mueble o parte del decorado esta muy bien dicho , lo que le dijo ... de todas formas creo que hay gente que se la coge con papel de fumar , pues la cosa no es para tanto como para llevarlo a los extremos que lo quiere llevar ese señor , supongo que con la crisis querra sacar tajada de todo esto , pues que le den mucho por el ,,,,que hay que tener mal corazon para ensañarse de ese modo con una persona y mas si se trata de una persona como tu y como yo pero con sindrome downm hay que joderse como esta el mundo
ResponderEliminarÁnimo, estamos con vosotros, somos vosotros y hasta donde haga falta...!!! en esta vida hay mucha gente así, que se creen con derechos y se olvidan de sus deberes.
ResponderEliminarEl civismo es algo que está en vias de extinción y se ve todos los días y a todas horas...
TENÉIS NUESTRO APOYO...PARA LO QUE HAGA FALTA...
un abrazo y mil besos
Vaya tela, cuánto gilipollas suelto.
ResponderEliminarMiriam no insulta nunca, nunca. Lo más grave que le he escuchado en nueve años es "pesado" y eso después de incordiarla un buen rato.
ResponderEliminarSe ve que el imbécil este está amargado (motivos tiene, ya os contaré) y lo pagó con ella, suerte tuvo de que no estabamos ninguno cerca.
Muchas gracias a todos por vuestro apoyo.
No he podido hablar con vosotros pero cuando me he enterado no me lo podia creer,el problema no es de nuestros hijos sino de tantas personas personas que hay tan faltas de valores y amor hacia los demas.
ResponderEliminarMiriam, sigue así, tal cual eres, respetuosa y atenta en tu trabajo, te ha costado mucho esfuerzo llegar a dónde estÁS y ¿que es una persona entre millones? SI LOS DEMÁS te queremos igual, pues eso NADA. Disfruta de todas las cosas bonitas que te da día a día la vida y las otras no le eches ni cuenta guapa.
ResponderEliminarBesos.
En todas partes hay gilipuertas. Ni caso.
ResponderEliminarGracias Ana, a seguir luchando.
ResponderEliminarFalín, se ve que la conoces, un abrazo.
¿Qué te voy a contar Dra?, gracias.
esta gentuza es de la que quiere que la gente baje la cabeza a su paso...jeje...que porque se gasten sus miserables euros en un comercio, tiene derecho a pernada, y que el vendedor es menos que ellos y que tienen que soportar a los marqueses de "pichafloja" sin rechistar...
ResponderEliminarun palo les pegaba yo...!!!
o mejor se lo metía por donde la espalde pierde su nombre o mejor aún, un palo no...una caña rajá...!!!!!!!!!!
no era espalde...era espalda...jeje
ResponderEliminarLa gilipollez compulsiva suele ser la consecuencia de una vida sexual escasa.
ResponderEliminarQué pena, que tristeza me da leer lo sucedido ¿cómo está la princesa Mirian?.
ResponderEliminar(me ha encantado la frase de Sacra, la copio y la hago mía)
Las palabras sobran, ahora toca, como siempre amar.
Aquellos que desconocen el amor, no comprenden, no viven, no respetan.
NO saben lo que se pierden y el daño que hacen.
Un beso grande para Mirian, para su familia y sus amig@s.
soy ruben, un amigo de miriam, una persona como ella, con sindrome de down, pieso que ya esta bien de tanta discriminacion somos personas que nos merecemos respeto, igualdad y no nos merecemos que algunas personas piensen que tienen el derecho de tratarnos mal, miriam, nosotros valemos mas que esa gente un besito de corazon
ResponderEliminarCapi, Fernando, cómo os lo cuento, el primer impulso es irme a buscarlo y darle de su medicina, por suerte, los demás somos civilizados.
ResponderEliminarMiriam está bien Rosa, su preocupación era tener problemas en la Empresa y ya se encargó su jefa de personal (gracias Mª Carmen) de tranquilizarla.
Rubén, esa gente no merece la pena y sí, vosotros valéis mucho, pero que mucho más.
Gracias a todos.
Espero que la empresa se de cuenta de que "dejarse el dinero" no da derecho a faltar al respeto de los trabajadores. Que vayan al juzgado o a donde quieran, y espero que un buen juez los ponga en su sitio. Desgraciadamente este tipo de cenutrios abunda y lo que no nos mata nos hace mas fuertes. Mucho ánimo y adelante, firme y en tu sitio.
ResponderEliminarGracias anónimo, la Empresa ha respondido perféctamente y la apoya en todo, hemos tenido suerte.
ResponderEliminarPor cierto os recomiendo a todos que pinchéis el enlace de Tiempo para la memoria que encontraréis en el blogroll, una historia reconfortante.
Ni caso.
ResponderEliminarYa le gustaría a ése ser igual que ella, ya le gustaría
Un abrazo
Acabo de ver el enlace desde Papafrita. Lo siento... Siento el disgusto, la situación, y sobre todo que haya por esta vida estúpidos amargados y malajes, auténticos desgraciados.
ResponderEliminarPor sentido común, espero que ni al juzgado llegue esta mamarrachada.
Un abrazo.
El ser cliente de un establecimiento no da derecho a pisar a nadie. Espero que todo se haya calmado.
ResponderEliminarUn abrazo des de Girona para TODOS!
Miriam, un beso de los más gordos que puedas imaginar. Yo me llamo José Manuel, y fui compañero de trabajo de tus padres. Tu madre en la librería hablaba mucho de ti, y aunque yo no soy de exteriorizar mucho, te puedo asegurar que aprendí muchas cosas oyéndola hablar de ti.
ResponderEliminarLa única diferencia está en el corazón de las personas. Los hay que ni siquiera lo tienen. Cuenta con todo mi apoyo.
Besotessss